miércoles, 29 de abril de 2020

Por qué un blog?

Ayer me sentí bien, en paz, sin malhumor ni preocupaciones. Me gusta honrar los buenos momentos y estados de ánimo. Así como soy de quejarme y exteriorizar lo que me molesta (que muchas veces es lo que más predomina), me parece muy bien valorar esos momentos en los que todo fluye. No fue un estado de bienestar deliberado sino natural, se dió sólo, algo un tanto mágico...
Una de las maneras en que honré ese bienestar fue animarme a publicar este blog. Lo había creado en diciembre del año pasado y de hecho la entrada o publicación anterior es de ese entonces. Enseguida me llené de dudas, como es habitual en mí, acerca de qué sentido tenía publicarlo e incluso para qué tener un blog. Las redes sociales, tema en el que pienso mucho últimamente, creo que generan ese amor-odio o rechazo. Hoy en día no es "Ser o no ser" sino algo así como "Publicar o no publicar"... y no podemos perder de vista que estamos publicando para un otro: sabemos que hay otros al otro lado de la pantalla que también publican sus propios contenidos, vida, consejos, memes, tiktoks, etc... O un otro implícito que nosotros imaginamos o queremos imaginar... Nos hemos subido a esta ola y no sabemos cuándo va a caer y con qué fuerza. Es algo que nos atraviesa desde hace tiempo y, seamos conscientes o no de esto, ya forma parte de nuestra vida en menor o mayor medida: es difícil imaginar que no existe o vivir totalmente al margen...


Ahora, por qué un blog? O en mi caso la pregunta podría ser: por qué Otro blog más? Jaja es que podrían llamarme la chica de los blogs porque tengo otros más. Me encanta! Me gusta escribir y compartir. El blog lo que tiene es algo más hogareño y cálido porque es costumizable y es por eso que cada blog lo siento como mi casa: puedo cambiar los "muebles" de lugar, pintar las "paredes", "tirar" cosas a la "basura", "estrenar" objetos o rincones nuevos, "reformarlo"... Es la primera vez que pienso el blog con este concepto pero así en detalle. Esos muebles serían las secciones o los nuevos rincones de la casa. Puedo cambiarlas de lugar, estrenar nuevas, cambiar de color un montón de detalles, agregar fotos al fondo, etc... Además, me siento como en casa también porque el blog lo siento como un lugar tranquilo y silencioso, apartado del bullicio, de los estímulos y distracciones (que ambas cosas serían lo mismo) que tienen las demás redes sociales con sus notificaciones de me gustas, nuevos seguidores, fotos llamativas para "me gustear", etc, etc... Para mí escribir siempre se me dio con bastante fluidez. La incertidumbre inicial que genera esa hoja en blanco la mayor parte de las veces logro sortearla enseguida y me sorprendo a mí misma. Me sorprendo porque aparecen muchas cosas, no solo las que tenía en mente. Es un buceo, un viaje de ida que emerge a la superficie con hallazgos de distintos matices. Una travesía impredecible y emocionante que acepto con entusiasmo y constancia...
Seguro seguiré preguntándome y respondiéndome y respondiéndoles sobre por qué un blog?...

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